Cables de freno Stahlflex para motocicletas

A algunos les gustaría comprar caballos extra al kilo y gastarse una fortuna en piezas de tuning, todo para poder presumir delante del colega en el próximo encuentro. Pero a veces nos olvidamos de que después de cada recta viene una curva y, al frenar, esos los 180 CV no sirven para nada si la moto frena como un tren de mercancías. Y precisamente en este punto se puede conseguir una buena modificación y muy barata: con cables de freno Stahlflex.

Lo que a primera vista parece una manguera de ducha languidecida, es un latiguillo de teflón recubierto de acero que, a diferencia de la mayoría de las piezas de goma estándar, no se dilata al frenar (carga de presión). El resultado es una mejor respuesta y un punto de presión más palpable. A diferencia de sus homólogos de goma, los cables de Stahlflex son resistentes al envejecimiento. Los conductos de goma se vuelven porosos al cabo de unos 5 años y deben sustituirse. Como muy tarde, en ese momento deberías cambiar a Stahlflex que, por cierto, ¡queda mucho mejor! 

Al cambiar el cable de freno, se trabaja con líquido de frenos. Los líquidos de frenos DOT 3, 4 y 5.1 son corrosivos y dañan la pintura. Las salpicaduras deben lavarse inmediatamente con agua. El DOT 5 a base de silicona no es corrosivo. Cuando compres líquido nuevo, asegúrate de seguir las instrucciones del fabricante de tu vehículo (instrucciones de funcionamiento/marcado en el cilindro maestro del freno). Lee atentamente las advertencias del envase. Desecha el líquido de frenos usado y los trapos usados correctamente en un punto de recogida de residuos peligrosos.

Antes de succionar el líquido de frenos, protege con paños las partes vulnerables de la moto, como el guardabarros y el carenado. Utiliza gafas de seguridad para los ojos. Además, el recipiente de almacenamiento debe estar rodeado de un paño que absorba las salpicaduras. Utiliza un destornillador perfectamente compatible para aflojar los tornillos, normalmente muy blandos, de la tapa del depósito de almacenamiento y colócala sobre un paño que no suelte pelusa. Ahora se puede vaciar el líquido de frenos del depósito. Si no dispones de un dispositivo de succión, deberás esperar más tiempo para el siguiente paso o bombear con la maneta de freno.

A continuación, desmonta el primer cable de freno por el punto más bajo (pinza de freno) y colócalo en un recipiente a prueba de ácido para permitir que el sistema se drene. El bombeo con la maneta de freno acelera el proceso. Si hay dos pinzas de freno (sistema de doble disco), el segundo cable de freno se desmonta también en el punto más bajo. 

Si el sistema se ha quedado seco, desatornilla también el primer cable por el extremo superior y compáralo con el nuevo latiguillo de freno. No obstante, no agites el viejo cable, porque si aún queda una gota de líquido de frenos en el interior, el destino querrá que acabe en tu póster favorito de la pared del garaje.

Después de limpiar las superficies de conexión, se puede montar el nuevo cable de freno con las juntas tóricas nuevas sin dobleces ni torceduras. Los cables de freno deben colocarse exactamente igual que los antiguos para que no rocen ni se doblen al bajar la horquilla. Al apretarlos, observa las especificaciones de par de apriete del fabricante de la motocicleta o las especificaciones del fabricante del cable de freno. Si piensas que las llaves dinamométricas son solo para aficionados, te equivocas. Las carcasas de las pinzas de freno y del cilindro maestro son muy sensibles y pueden reventar o agrietarse. Y no se encuentran precisamente entre las piezas de recambio más baratas. Los afortunados propietarios de un freno de doble disco deben repetir este último paso con la segunda pieza y, si es necesario, con el conducto superior más corto que va del cilindro maestro al tubo distribuidor.

A continuación, se rellena y se purga el sistema de frenos. Debido al menor diámetro interior de los cables Stahlflex, el purgado no siempre es fácil. Sin un purgador te puede llevar mucho tiempo o incluso fracasarás en el intento. Por lo tanto, se recomienda encarecidamente utilizar un purgador como, por ejemplo, el Mityvac. Para todos aquellos que, de momento, no quieran gastar: ¡Buena suerte!

Llenamos el depósito hasta la marca máxima con líquido de frenos nuevo siguiendo las instrucciones del fabricante. Ahora, colocamos una llave de estrella en el tornillo de purga, instalamos una manguera transparente en la válvula y colocamos un recipiente a prueba de ácidos debajo de la manguera. Abre el tornillo de purga media vuelta. Bombea con la maneta o el pedal de freno tres veces y vuelve a cerrar el tornillo de purga con la maneta accionada, y solo después suelta la maneta. Repite este proceso observando el nivel "MAX/MIN" en el depósito de reserva hasta que no se vean más burbujas de aire en la manguera. Golpear ligeramente la manguera y el colector con el mango de un destornillador puede ayudar a expulsar el aire del sistema.

El líquido jamás debe situarse por debajo de la marca "MIN" del depósito. Rellénalo con antelación. De existir, repite el mismo procedimiento con la segunda pinza de freno. Si una pinza de freno tiene dos tornillos de purga, la purga debe realizarse también en el otro tornillo. Si, a pesar de muchos intentos, sigue sin haber un punto de presión de frenado sólido después de cerrar el tornillo de purga en la maneta, puede ser que haya alguna fuga, que el tornillo de purga se haya aflojado demasiado o que, finalmente, sea necesario un purgador porque el aire residual se niega a salir del sistema. Si funciona, llena el depósito del líquido de frenos hasta el nivel "MAX", coloca el manguito de goma y pon el tapón.

Si las pastillas de freno ya están algo desgastadas, el depósito no debe llenarse hasta la marca de máximo, ya que de lo contrario habría demasiado líquido de frenos en el sistema cuando se sustituyan las pastillas. Ejemplo: Cuando las pastillas estén desgastadas al 50 %, llena el depósito hasta la mitad, entre las marcas mín. y máx.

Más información sobre este tema en el consejo de mecánica sobre líquido de frenos Realizar una última comprobación del funcionamiento de los frenos con el vehículo parado es absolutamente imprescindible. Tras un breve recorrido al ralentí, debe notarse un buen punto de presión antes de que la maneta toque el manillar. Entonces sí: feliz frenada...